Veo que en algunos ámbitos, a lo largo del día de hoy o de ayer, se ha generado cierto recelo respecto a problemas de ropa y pelos de determinado personaje público, sobre si puede o no puede o sobre si posa o no posa.
No voy a hablar de política, no es el fin que me propuse en este blog.
Sin embargo, ¿saben lo que de verdad es un problema de ropa?
Pues según mis experiencias en los últimos 10 años de docencia y en diversos centros, me ha hecho pensar…
Un problema de ropa es cuando sabes, antes de doblar la esquina del pasillo, que te vas a encontrar con fulanito, alumno de primero, porque ya hueles en la distancia esa misma ropa que lleva desde hace cuatro días.
Un problema de ropa es ver a tu alumno menganito, de segundo, con unos pantalones rotos desde la ingle hasta el tobillo…porque no tiene otros que ponerse.
Un problema de ropa es ver a chicas con ropas raídas y algo sucias porque su padre, con el que viven, está en paro y con otros pocos de hijos más, y sabes que duermen como el tetris: 4 en una cama, dos para cada lado y entremezclando las piernas.
Un problema de ropa es recoger ropa usada entre profesores y demás personal del centro para repartirlo entre determinadas familias del mismo centro.
Y, es más, un problema de ropa es que cada día haya que dar el desayuno a varios alumnos que sabes que, desde ayer a mediodía, en el comedor del instituto, no han vuelto a comer; si acaso una bebida energética de esas de moda…para aguantar el tirón.
Un problema de ropa es comprar algún que otro día un bocadillo para ese chico que todos los días en el patio desayuna un bocado de cada uno de sus diez o doce compañeros a los que ha convencido para que le den el susodicho bocado.
Un problema de ropa es no poder hacer tareas en clase porque no tienes ni un lápiz.
Un problema de ropa es que por la ineptitud de algunos no se pueda atender decentemente a otros.
Un problema de ropa es que a lo mejor tienes que comprar ropa en Alcampo o Carrefour porque no te da para más, porque no pudiste estudiar en Navarra o en Granada, qué más da.
Un problema de ropa es, sin duda, que no te abriguen con unos buenos abrazos diarios.
Un problema de ropa es no poder cubrirte con las caricias de alguien que te hace cosquillas.
Un problema de ropa es no poder ponerte ninguna sonrisa que te aprecie al levantarte.
Un problema de ropa es no poder vestirte en la mirada de otro, aquel que te dio la vida y ahora te repudia.
Un problema de ropa es no tener en el vestidor ni un te quiero al mes.
Qué digo… un problema de ropa es no tener un vestidor de este tipo…
¿Quieren que siga con problemas de ropa? Porque estoy seguro de que conocen muchos y no hace falta que yo se los diga. Y si no los conocen, es que no están en el mundo. Porque solo hay que pasear o elegir un barrio poco «decente» para trabajar y ver la cantidad de problemas de ropa que existe.
No me vengan con chorradas de que un presidente o candidato a esto o a lo otro no puede o no debe… ¿Quién establece lo que se puede o se debe?
Eduquemos más en vivir que en sobrevivir, eduquemos en compartir, eduquemos en repartir, eduquemos en igualdad de posibilidades, eduquemos en felicidad, eduquemos en sentido común, eduquemos en el cariño, en el respeto, en la tolerancia, en la valoración y el ánimo, eduquemos en cooperación, eduquemos en generosidad, en ayuda y en autoayuda, eduquemos en limpieza física y de espíritu, eduquemos en ecuanimidad y en abrazoterapia si fuere necesario…
Doy gracias a diario por cómo mis padres se las ingeniaron para que sus siete hijos e hijas pudieran buscarse la vida con sus estudios.