III Jornadas de Mediación Escolar en Valladolid

Como ya sabéis por las redes, los pasados 27 y 28 de octubre tuve el gustazo de estar en las III Jornadas de Mediación Escolar de Valladolid, organizadas por Procumedia, que, a su vez, son dos mujeres, Nuria y Gloria, de una calidad humana, personal y laboral extraordinarias. Vengo a contaros mi particular resumen.

Llevaba ya un tiempo sin publicar porque he tenido que reconstruirme en algunas facetas de mi vida. Aún sigo en obras, pero más capacitado ya y con muchas más ganas de seguir adelante.

¿Quieres saber qué pasó en Valladolid? Aquí te lo cuento.

Allí pasaron tantas, tantas cosas y todas buenas, que, realmente, no sé por dónde empezar. Y es que yo ya empecé a disfrutar desde el principio, primero con su Ilma. Señoría Dª. Ana María Carrascosa Miguel, Magistrada del

CGPJ y algunas  sentencias (no judiciales, sino oracionales) deslumbrantes como su «En las aulas de nuestro país se oye demasiado que eres un inútil, eres un fracaso, no vas a ser nada en la vida»; disfruté con la intervención de la Concejala de Cultura y Educación, Dª Victoria Soto y sus palabras sobre tolerancia y las escuelas de familias con servicio de canguro gratuito!! No, no fue un discurso político. Para ellos, un niño expulsado es un foco de conflicto no sólo para el ayuntamiento, sino, sobre todo, para el niño.

Aprendí que en Castilla tienen una figura que es la del coordinador de convivencia, todo reglado y detallado. Y, aparentemente, muy útil.

Con Luciana Cataldi llegó el despiporre emocional!!! Vaya un torrente de maravillas con las que nos alumbró al final de la mañana del viernes.

Diferencias entre justicia retributiva y Justicia Restaurativa y como en todo ese embrollo, se entremeten (que no entrometen) una mezcolanza de  Aprendizaje Emocional y de Aprendizaje en comunicación no violenta, concluyendo con las prácticas y los círculos restaurativos. Aprendí mucho de Luciana, algunas verdades como castillos:

• El sistema retributivo no evita algunas actitudes, lo que incita es a hacerlo a escondidas.
• Hoy nos comportamos violentamente porque no sabemos qué nombre poner a lo que sentimos.
• Un ejemplo con una mano sobre cómo es el cerebro instintivo.
• La importancia de la presencia para generar empatía.
• Las prácticas restaurativas cambian el mundo… a mejor!!

En realidad, algunas de las cosas de las que habló Luciana, iban encaminadas a lo mismo que había preparado yo. Y…

…creo que eso fue una de las cosas realmente hermosas de estas jornadas. En realidad, todos hablamos de temas parecidos, sólo variaba el foco de origen, el contexto, la experiencia. Y eso fue lo increíblemente valioso.

Después de la comida, muy brevemente, Julio de la Torre nos habló del Instituto de la Paz de Salamanca y de cómo desarrollan en los colegios lo que han llemado el Aula de Paz. Olvidaos de eufemismos o de aulas de convivencia, no tiene absolutamente nada que ver, es infinitamente mejor. Es un aula de silencio. Noooo, no como castigo, que no queréis enteraros, sino como disfrute del silencio, como parte del trabajo propio del mindfullnes.

Julio nos decía en este primer rato (porque al día siguiente se pasó otro rato bastante mayor) que los adultos debemos aprender a desaprender para aprender algo nuevo.

 

Y después llegó la maravillosa MariLuz… y las emociones volvieron a aflorar, no sólo académicamente, sino entre el público. Yo, al menos, me emocioné. Y no es fácil emocionarse después de la comida con una charla de dos horas y pico. Como ya he dicho por ahí, en fb, Mari Luz para mí fue todo un descubrimiento y un lujo el haber podido compartir con ella el conocernos.

Mari Luz nos habló del secuestro emocional, de la amígdala y la curva de la ira, de que dos que se pelean no podemos dejar que se miren a los ojos, porque ahí es donde se dispara la amígadala.

Nos recomendó libros de Siegel: El cerebro del niño y Tormenta Cerebral.

Incluso, para los que no lo sabíamos, nos contó experiencias con la técnica del sillón boca, sillón oreja.

Nos puso en grupos, nos hizo jugar, recordar, posicionarnos, descubrir aspectos de nuestra vida… y lo hizo desde cinco perspectivas:

• desde el enfado
• desde el ser competitivo
• desde el ser evitativo
• desde el ser acomodativo
• desde el ser colaborativo.

Desde luego que os recomiendo a Mari Luz siempre que tengáis ocasión!!!

 

Tras ella, el aquí escribiente se dignó a subir a la tarima para contar lo que quería transmitir. Pero de eso no puedo contar yo, invito a que los que estuvieron allí nos lo cuenten en los comentarios. Sólo decir que para mí fue un placer compartir con vosotras mis dos horitas. Y, además, lo pasé bomba. Y hasta saltó la polémica, jeje.

Aquí os dejo una foto donde veréis que no los deje impasibles en sus sillones!!

 

A la mañana siguiente… el iceberg!!! D. Julio de la Torre Hernández. Lo veo como un iceberg por varias razones, por su aparente frialdad castellana, una persona seria, recia… hasta que empieza a hablar y empiezas a ser encantado como si estuvieras en una cesta de mimbre hindú. Iceberg porque lo ves con su toga, su casco… y eso no es más que la punta de todo el tesoro que guarda bajo esas etiquetas que pretendía hacernos ver. Iceberg porque todo lo que tiene que aportar es inconmensurable, no se puede medir.

Con unas propuestas fascinantes que ni yo me atrevería a llevar a mi centro!! Nos habló del ser y desde el ser. Del silencio y de cómo callar a ese loro que tenemos sobre nuestros hombros. De cambiarle la voz al loro, de restarle la importancia que le damos y que no tiene o no debería tener. Habló de relajaciones y nos relajamos al son de su voz como navegando en una balsa.

Habló de la serenidad y de su origen en el ser. Incluso de cómo la serenidad es la única emoción que puede sostenerse más en el tiempo. Cualquier otra emoción nos acabaría destrozando físicamente. ¿Lo imagináis? Muuucho tiempo llorando sin parar, riendo sin parar, rabiando sin parar… Pensadlo bien.

 

Y tras él llegó el escándalo!! Fedra y Miguel Ángel hicieron una presentación sublime de cómo se trabaja la mediación en el mundo scout. De cómo forman a otros, de la provención, sí, sí, has leído bien: provención.

Miguel Ángel, en su juventud, es una auténtica promesa del futuro, porque en el presente es ya un diamante en bruto!!

Y Fedra… yo no tengo palabras tampoco para Fedra, es un coloso de la convivencia, una mujer hiperresponsable de tantas cosas sabidas y por saber que hasta ciega con su brillo.

El binomio que forman los dos es maravilloso, genuino, fresco y potente como ellos mismos.

Conocer a Fedra y su amistad ha sido otro de los muchísimos regalos que me dejaron estas jornadas. Gracias.

 

Y ya casi no me quedan palabras buenas que elegir, pero volviendo a los fenómenos naturales, tras el almuerzo, llegó la fenómena. Allí mismo ya la tildé de Tsunami. Y es que Lola Montejo es mucha Lola Montejo, es el Tsunami de la mediación.

Lola nos habló, sobre todo, de cómo crear zonas de diálogo. Y os confesaré que escucharla es fascinante. Y lo es por dos razones, porque tiene una garra y una pasión que soy incapaz de describir; y porque las experiencias que cuenta son pura dinamita. ¿Os imagináis lo que puede ser crear una zo

na de diálogo para mediar en una comunidad de vecinos y sentar, por ejemplo, a 100 personas y con el paso del tiempo, mucho trabajo y esfuerzo, conseguir lo que se pretendía? Ésa es Lola Montejo. Dar espacios de comunicación, ésa fue su principal apuesta para estas jornadas.

Soledad frente al asilamiento, corresponsabilización, inclusión, utilizar el conflicto como oportunidad y el diálogo como motor de cambio. Poner control y límites para ayudar a fomentar la zona de bienestar.

Me encantó la idea de que ser hospitalario también es acoger el malestar del otro. Es una idea tan profunda, tan preciosa y tan desgarradora a la vez…

Nos habló de que la prevención, por supuesto, disminuye el número de conflictos, pero también es cierto que no los quita.

Y también expuso la teoría de la doble cara de las expectativas:

– No podemos tener expectativas porque nos puede llevar a la frustración

– Pero necesitamos que alguien tenga expectativas con nosotros.

 

Más frases que me quedé de su intervención son, por ejemplo:

• «Hay que devolver a la sociedad civil su posibilidad de solucionar su conflicto», Nils Cristie (1972)
• Hay que atender a la víctima o sobreviviente, pero también al agresor (Lola Montejo)

• Las personas no sabemos todo lo que sabemos (Lola Montejo)

 

Y ya extasiados de tanto bueno, borrachos de propuestas y ahítos de conocimientos, pensando que ya era imposible seguir atendiendo… llegaron ellas: Isabel Zarraluqui y Loreto Reyna. Ellas son las caras visibles, entre otras, de ¿Hacemos las paces? Una empresa de mediación que hace un trabajo escolar espectacular.

Comunicación con niños y adolescentes, herramientas básicas como la asertividad, la empatía

o la escucha activa; la gestión de emociones y la tolerancia. De la parte de los adolescentes, por lo que me toca en mi trabajo, aprendía muchas cosas útiles.

Vimos unos vídeos  muy tiernos y preciosos, como el «por cuatro esuinitas de nada», nos pusieron a jugar y nos dieron nosecuantosmil recursos y cosas para hacer, porque así es la generosidad de Isabel y Loreto: infinita.

 

Y con ellas terminaron unas jornadas indescriptibles (a pesar de que yo las haya descrito en tantas líneas, jeje), pero no sin antes hacer un recorrido a través de todo en apenas unos 15 minutos a través del panel que podéis ver en la siguiente foto.

De ahí salieron las conclusiones y el título de las próximas jornadas, donde tendrá su importancia la ImplicAcción. De momento no os digo más, que para eso está Procumedia, Gestión de Conflictos.

Con todos y cada uno de los ponentes, salvo, creo, el inspector y las personas del ayuntamiento, pude acercarme y charlar aunque fuera sólo un par de minutitos. Con otros y otras, compartí hasta un exquisito vino vallisoletano, y reí y aprendí y charlamos mucho. En ese sentido, no puedo estar más agradecido a Lola Montejo por sus sabios consejos.

Sé que me he extendido, pero si has llegado hasta aquí, te recomiendo que el próximo mes de julio de 2018 vayas a Valladolid, disfrutarás infinitamente más que leyendo esta paupérrima entrada de mi blog. Aprenderás mucho, te reirás más, seguro. Comerás de escándalo. Y te traerás la maleta mucho más llena de como la llevaste.