Evaluaciones: ¿premio o castigo?
Empezaba a escribir este post de la evaluación desde la tranquilidad de observar cómo sucenden a veces las cosas (aunque me mosqueen) y recordé los títulos que ponían en los apuntes de la carrera. Mientras estudiaba Filología, tras varias vuetas previas, entre muchos de mis compañeros, eran conocidos mis apuntes y, además, esos títulos de algunos apartados, así, con estilo literario ensayístico dieciochesco: De cómo las nuevas instrucciones de la consejería de educación de la junta de Andalucía establecidas para todo el territorio implicado en materia educativa debe proceder según lo establecido otorgándole potestad suprema a los centros como nunca antes en la vida lo habían tenido o aquí se hace esto por mis cojones. Luego decidí no centrarme en lo negativo (aunque algo saldrá, para dar salsa), hoy me voy a centrar en las evaluaciones, de nuevo, que ya hay varios posts sobre este tema en mi blog.