Educando como hace 100 años

¿Por qué estamos educando igual que hace 100 años?

“El director del informe PISA afirmó ayer que España no mejora en el rendimiento académico porque se sigue enseñando como hace décadas, mediante la memorización de fórmulas y frases; porque no se apuesta claramente por la capacidad de cada alumno para aprender, atendiendo a su particularidad; y porque ni se valora ni se conoce el trabajo de los profesores, a quienes no se les da libertad para enseñar.” La voz de Galicia, 4 de febrero de 2014

Vamos a ver. El conocido informe PISA  nos deja por los suelos en materia educativa. No hay que ser un lince ni hace falta leer el informe para ver que esto es así. Y su director dice estas cosas de nosotros y de nuestro sistema. ¿Tan evidente es para para los de fuera y tan oscuro para los responsables de aquí?

Siempre hemos criticado a las grandes instituciones por llevar tanto retraso en su adecuación temporal con la realidad cotidiana. Quiero decir, siempre se le critica a la Real Academia de la Lengua Española que no admita palabras en su diccionario hasta que no pasan cincuenta años, se le reprocha a la iglesia católica que no admita cosas evidentes en el mundo actual y para las personas que en él vivimos ahora y no hace o dentro de 50 años; incluso no se sabrá si de verdad se pisó la luna o quién mató a JFK hasta que estemos todos muertos y nuestros descendientes sólo puedan decir: «mira… los engañaron…pobres…»

¿Por qué el sistema educativo lleva ese mismo retraso? 
Pues, entre otras cosas, por lo que nos dice el director del mencionado informe, ése que nos deja a todos a la altura de una babucha… 

¿Comemos igual que hace 50 ó 70 años? Yo no estaba, pero sé que no.
¿Nos divertimos igual que hace tantos años?
¿Leemos las mismas obras literarias?
¿Escribimos en pizarritas individuales?
¿Mojamos las plumas en tinteros?
¿Nos relacionamos unos con otros de la misma forma? (algunos así parecen hacerlo, pero la verdad es que no)
¿Pensamos y actuamos igual que en el siglo pasado?
¿Enfermamos o curamos igual que hace décadas?
¿Seguimos llamando a nuestros padres y madres de usted?
¿Jugamos en  su mayoría con caballos de alambre y muñecas de trapo…hechas en casa, no compradas?
¿Tenemos las mismas preocupaciones que antaño?
¿Nos desplazamos de igual forma?
¿La comunicación se realiza con los mismos medios?
¿Cultivamos igual?
¿Comerciamos de formas similares?
¿Hacemos el pan igual?
¿Usamos la misma tecnología?
¿Nos reímos con los mismos chistes?


Entonces… ¿por qué seguimos enseñando de la misma forma? Quizás porque es la única que hemos conocido y porque nadie nos enseña, nos incita, nos provoca o nos permite cambiar los modos de actuar. Y si no lo hacemos cada uno en su faceta, si no cambiamos cada cual en lo suyo, seguiremos con más de lo mismo, en sitios iguales o parecidos. Cada cosa que hagamos es como una onda en un estanque, es como la peli de cadena de favores… cualquier cosas que hagamos puede tener un gran impacto.

Ser raro no es malo, revolucionar no es malo, promover la cultura, el respeto, la motivación, sacar lo mejor de otros, transmitir valores adecuados para ser felices…

Lo que muchos llaman la resistencia al cambio. Mejor malo conocido que bueno por conocer. 

Y con esa mentalidad nos quedamos sin conocer tantas y tantas cosas…